POEMA

de

Jaime R. Corrales

 

 

Lluvia de piedras sobre los campos: aventan piedras los aires

José Antonio Antón, Midrás.

 

Siempre hay alguien esperando
en el desierto de las piedras.
Siempre esperando que la lluvia
escriba su vida.
El viento porta las palabras
que se pierden
y no encuentran intérprete.
El tiempo fluye, y con él,
muere la vida,
el tiempo,
el viento,
las palabras...
Acaso perduran las piedras
con su lluvia impresa,
eternas, sin tiempo que las mueva.
Hay una rapidez en la imposibilidad
que azuza el olvido,
¿es vana la lucha?
Acaso la memoria son las piedras talladas,
el Oráculo del viento y la lluvia.
¿Quién recordará mi fugaz impresión,
quién escribirá nuestras vidas?
Acaso la memoria universal
sea una circunferencia que nunca concluye,
acaso el espejismo que nos hace
olvidar lo que somos
deje paso a la eternidad...
En el Fin todavía habrá piedra.

 

 

Anterior          Siguiente          Sumario          Inicio