LA NIÑA
Juan José Espinosa Vargas
Ahora se me acerca una chiquilla, una niñita de no más tres años celeste, el abriguito le cubre la cabeza como si estuviese mirándome una mañana de marzo. Tan graciosa, se me acerca, y, parándose, estira el bracito y me ofrece una pipa de girasol tan seria. Todavía sabe que eso es todo lo que el universo hace aquí y ahora.