El CEMENTERIO DE LOS PITUCOS
Eva Vaz
Los pitucos, otra vez,
los pitucos.
Siempre son los pitucos,
militares o políticos:
el poder que concede la fuerza.
son los pitucos...
Los pitucos, otra vez
los pitucos.
Viven en la mierda y de
la mierda.
Y cuando su propio aliento
les apesta a mierda,
nos quieren flotando en su mierda
ahogados,
llorando su mierda
como si fuera nuestro
el brazo ejecutor,
enterrando en mierda.
Nos envidian los pitucos.
Sembraron mierda en el campo
y nos dejaron sin la fruta.
Escupieron mierda en la mar
y nos dejaron sin mar.
Matan y juegan a la guerra
y nos dejan sin conciencia.
Y ahora flotarán sus muertos
en su cementerio líquido
manchado de mierda
cruda.
No tienen bastante petróleo
con el que mancharon la
costa y el corazón mismo
de Galicia
más petróleo, en el nombre del
Petróleo y del petróleo y del petróleo.
Y asistirán al entierro,
Con sus corbatas manchadas
De grasa cruda
y balbucean palabras de mierda
mientras violan nuestro derecho
a decidir si queremos o no asesinar.
Mientras ultrajan, manchan
y desprestigian
con su mierda
el bello concepto
de la Democracia.
Son cáncer asesino
los pitucos,
elegantes y formales,
metástasis,
los pitucos.
Asesinos innobles.
Cobardes vasallos
de un iluminado
patético y lamentable.
Me herís los ojos con vuestras manchas de sangre
Me tapáis los oídos con vuestro petróleo,
me colapsáis las arterias con esa grasa,
me arruináis la fe en el hombre
mientras me hacéis aplaudir
más alto
la última gala y a eurovisión
para que nuestra conciencia no se entere
de que llevamos 10 años asesinando con nuestro
silencio
y ahora asesinamos con nuestras
manos impotentes.
Los pitucos, otra vez,
los pitucos.
Siempre son los pitucos,
militares o políticos:
el poder que concede la fuerza.
Son los pitucos...