ESBOZO DE MUERTE
Paloma Fernández Gomá
Aquel extraño lamento, que lleva olor de muerte,
sobrevuela los espacios de Bagdad,
fijando su atención en ráfagas de fuego
que penetran horizontes, hasta sembrar
de vísceras un oscuro habitáculo.
Todo pudo acontecer en el rigor de la batalla.
El halo antiguo de la destrucción fue desenterrado
y ocultaría cualquier atisbo de amanecer.
El dolor se verá fecundado por las piedras y el odio,
atestiguando que la esperanza perdió sus alas
en un campo hostil
donde sólo anida la guerra y sus graznidos.
La voz del abatimiento clamará
más allá de las entrañas,
llevando el silbo de la muerte
hasta donde el ave fénix no logre
resurgir de sus cenizas.