POEMAS
del libro
Fragmentos de vigilia
David González Lobo
LA PIEDRA LO MIRÓ FIJAMENTE
Él se acercó
y se lo dijo con dulzura al oído
La piedra dejó de respirar
MUEVE UNA CINTA ROJA EN LA INTEMPERIE
y entra en su casa a esperar la lluvia
Una y otra vez repite el conjuro
Bajo la luz de los astros
la belleza de esta naranja
arrugada y seca
QUEDABA EL AGUA
también la arena y las palmas
y entonces las rocas se fueron de viaje
y vio las rojas nubes donde sus alas
le habían ido creciendo
y bajó y se extendió sobre las brasas a oír a oír
Tanto viento para que bailara la raíz
Entonces la palma de la mano se supo pájaro
y se hizo silencio esa dulce dinamita
no porque no viniese bien el escándalo
y el hueso al aire
era tan sólo que las ondas eran muy suaves
y paso a paso
lentas tan lentas
tan lentas
tan lentas
VUELVE UNA CAPA A TUS HUESOS
Se escapa una ventana
que arde sin su árbol
pero el agua comienza de nuevo a salir de la tierra
y hablan un solo gusto las dos cinturas
Aquella tela deshecha se despide
Ilustraciones: René Magritte