Manuel Moya

 

 

 

ISLA DE CASTELLINA

 

Es la menor de todas.

Dicen también que la más árida.

Refieren que en la noche se ilumina,

que atrae fatalmente a los navíos

que no encuentran en ella

sino rocas, altísimas, desnudas.

Ciertamente inexpugnable,

muchos marineros

se honran de haber sido

los primeros en ganar su superficie.

Ninguno explica, sin embargo,

a qué debe su luz,

por qué,

por qué no regresaron.

 

 

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