POEMAS
de
Marcos Vieytes
 
Huidobro no admite peros del poema
todo cae en la página
todas las palabras
todas las ropas con estrépito
de una mujer que se desnuda
y todas las demandas de la noche del mundo
los ruidos las casas y las calles
la página se abre como una flor inmensa
luego dirá la voz como un heraldo negro
merodeará la boca de algún felino en llamas
una página que embruje los ojos de mis hermanos
una página real como las tempestades que hacen temblar las rocas y los muebles
una página más mía que mis huesos

Las ballenas
y vino la muerte como una melancolía viste
así
tan triste 
tan triste
dos para colmo
en la misma semana
dos muertes ajenas entre papeles de oficina 
dos
pero qué muerte es ajena toda muerte
es un poco muerte de todos aunque sea
o haya sido ya
allá 
lejos
en el sur
donde las ballenas se aparean
una vez al año pobrecitas
escríbale un pésame a los deudos 
me dijo
en nombre de la empresa 
me dijo 
yo empecé
nos duele de todo corazón no use
vocabulario demasiado familiar 
me dijo
tiene razón
pensé
tiene razón 
pero la muerte ese mamífero cardumen
 
Advertencias
sobrevivime lector
andate antes de que el poema se consuma es decir
ahora después 
no digas que no te lo advertí
andate antes de que te consuma el silencio
que arde entre la destrucción detenida del poema
sobrevivite lector
andate de este incendio que el poema
quiere apagar con ruiseñores
con angelitos de las calles porteñas 
con corazones
contra los que explotan petardos andate
andate no me dejes
andar como no dándome
 
En averiguación de la felicidad
hay algo parecido a un corazón malogrado por los elogios
que me llueve adentro que me derrota
así sea un papel cayendo sobre este pecho de todo amor
en averiguación de la felicidad
yo no estaba llamado al camino de los perfectos
yo no estaba con lluvia y cascaritas sobre la fe
yo no estaba como estoy ahora
prófugo de la luz y desarmado
por la rosa que nunca floreció
¿cuándo elegí? ¿cuándo no?
roí la fragilidad roí la rosa
la conciliación de las cárceles ya no me acuna
me dejaron solo el sueño y la garganta
y una mano amputada que me conduce
si yo pudiera enamorarme cautelosamente
no volver a espejar incandescencias
ni puños
ni palabras
ni penachos 
no decirle
ni pío entre paréntesis a tu oído tan niña
a la indigencia de ver de sus miradas
intactas desde hace siglos
inmutables
ni tan siquiera humanamente
rociadas por el error
si yo pudiera
cautelosamente
 
1
oir esa urgencia que ruge en el centro de lo sin palabras
ese centro vacío ese rugido
de la palabra ausente esa urgencia de ser 
de la palabra desde el centro del vacío
uno que desate la dignidad de la cólera por dios
Uno
que se manifieste sobre el vacío que abunde
en evidencias Uno
que desbarate este acontecer entre fantasmas Uno
real uno
que realice las palabras no sin antes
sopesarlas al dorso del corazón hacerlas suyas conversar
con lo que le quede de humano al paisaje Uno
que sepa de esa urgencia que ruge desde el centro 
vacío de lo sin palabras
y descalle la voz
 
Holderlin les grita a sus juiciosos consejeros
holderlin les grita a sus juiciosos consejeros
que claven en la cruz al feliz al inspirado
en vez de disuadirlo con el imperio de la necesidad
holderlin les grita desde su cordura les grita
desde la sabiduría vital de su locura les grita
clávenlo en la cruz al feliz al inspirado ríanse
a los pies del feliz del inspirado no se escondan
detrás del buen consejo mientras se reparten
detrás de la sentencia mientras no se juegan 
detrás del escándalo mientras pagan el precio
de olvidarse a sí mismos en el juego de las máscaras
que la inexistencia del azar impone a los juiciosos

 
La sierva
la luz breve y fría
las ironías civiles
el íntimo desprecio del silencio
como una baba gélida
sabía que pensar
apresura el encuentro con la muerte
pero sólo pudo pensar como si hablara
en voz algo más alta que el silencio
de modo que al morir quedó apenas
un poco más silenciosa que en vida
un poco menos tibia
los ojos despedidos un poco
de mirar tanto
las arrugas de una mujer
lloraban una desesperación más vieja que su edad
 
Caproni tuvo guerras
caproni tuvo guerras yo no tengo
guerras más guerras que esta guerra
que llevo contra mimismo otros
tuvieron guerras que los dejaron desnudos
se despertaron y ya no estaban
la plaza el banco la iglesia
se despertaron y ya no estaba
ni el edificio municipal otros
ya no se despertaron ya no estaban eran
polvo de esquirlas sólo polvo yo no entiendo
que es la guerra esa guerra que caproni
nombra toda ausencia yo no tengo
guerra más guerra que esta guerra
que se empeña en desaparecer yo no voy
a ese fragor de los cuerpos que es la guerra
que parecen amar los que se desnudan yo me quedo
atrás giorgio caproni tuvo guerras
que me duelen a mí

Agujero vacío de perro
perro sin perro a un costado de la ruta
ballena muerte varada
mandíbulas mordiendo aire
perro muerto varado 
al borde de la ruta
aire mordiendo ojos
de ballena absorta 
cosa muerta que fue 
aire 
trozo 
mandíbula
aire 
que fue ladrido y perro y mirada
mordiendo la vida al borde de la ruta como mar 
invariable ir y venir 
absorto ininterrumpida 
muerte
 
Piedra libre
mar
      mares
                mareas 
                           baja
                                  mar de palabras 
                                                           argucias 
                                                                        signos 
                        que la luz de un espejito retrovisor
orina tibiamente sobre los rostros del instante
descenso de mar 
bajo la luna-río
platense
bajo la mar
que andaba entre nosotros acariciándose los párpados
sal
picándose la pupila
sal
muriéndose los moretones de mirar mucho
de
cantar hasta cien 
hasta que todos 
se escondieran de nuevo atrás de la espuma o a la vuelta 
de una ola a lamer
el mal gusto de siempre
el disgusto de amar
lo magro
lo fósil
lo frecuente
no vale espiar
no 
no vale
pero el valor
jamás espía
-jamás es pío-
no procura los balidos de lo válido para saber 
lo que vale y lo que no
vale
cada vez que juega 
vale 
decir toda vez 
que juega escoge 
no esconderse 
o más bien
no escoge no contar 
todo el silencio que hay que decir para que otros 
jueguen a no estar
escondidos de sí
quietitos
tibios de oscura comunión
seguros entre sombras
opacos de voces como piedra
libre de ser
crocante
como escara
bajo la suela de la lengua
como costra
como cáscara
de luz
dejada toda por ti, poesía
abandonada
a las garras del jaguar
luz enfrascada
apresada
emplazada
en el plafón de la poesía
me corre luz por la boca, poesía
sangro luz por las palabras
ilumino la sangre
ilumino la voz
por vos, poesía, sangro
por las escaras y corro
tengo praderas amarillas en la boca, poesía
tengo campos de sol en la garganta, poesía
trotes de luz por la sangre
corro
canto 
luzco
me sangra un jaguar por la boca, poesía
descalabro el resplandor
trago 
todo lo que brilla
traga
luz
alarileo
en la baranda de un trasatlántico
que carpe el río removiente
zapo la espuma
vendimio la voz
muerdo la ola 
y sangro poemas por donde vino
salada la luz 
astilla 
molida
me sangran bocas por la luz, poesía
escupo soles por la boca

Fórceps
forzó el poema con la punta 
más caliente de la lengua
violó el verso
a voces 
a besos 
a veces
no hay otra forma de arrancar la voz de su misterio
de su sigilo
de su cayo
que violentando el canto 
que masticando el cardo
que descoyuntando mandíbulas
que rompiendo el alma
quemando
con la brasa propia lo vacío que se atragantó en la garganta

Los animales
piedras y animales
y la acumulación de los días explorando socavones
explorando
agujeros del vivir
y la acumulación de los días explotando
espadas como símbolos de otras insolaciones
huecos como aspas
del amor esparcido entre nocturnos feligreses
bocas como reses
prontas al calladero
perros de lo llano abiertos
a un costado del ir
adolescentes abiertos
como perros prontos
interrumpidos 
en el trayecto del abrazo
braseando hacia él
colgados al muñón
abrasándose
poema desistiendo del sentido
poema disintiendo
esparciendo
gangrenas por la boca
desgreñándose
merodeándose
dándose de boca contra el poema
invocando 
vocaciones
desusándose
como dientes desgastados en función de roer
socavando 
los pilares de la voz
resbalando
acostumbrándose a caer
en cuenta
a contar
el cuento de los que caen
haciendo tiempo
amasándolo 
con la lengua
pisando 
relojes u otras evidencias
como se pisan uvas
vendimiando el poema para que la voz 
no se avinagre
para que la boca
pastosa
decline
la voz
ta
r
ta
muda
enmudecida 
inmundeciendo
pajaritos con alpiste balanceado
entonces el pajarito se cruza de piernas 
enciende un cigarro
bebe su café junto a la pájara
y se descanta
 
Anda luz a la muerte del ojo de un poeta
arriad las palmeras que se ha muerto un ojo
arriad los ojos que se ha muerto una calle
caminad sobre las aguas sin calzado ni anteojos
en puntas de párpado sobre el sueño del paisaje
que han cortado una calle en el ojo del muerto
que mojaron el sueño con palmeras del ojo
que calzaron su párpado entre las puntas de los dedos
y arrasaron con el paisaje 
con las aguas 
con todo
han cortado una calle en el ojo del muerto
y a mí se me ha perdido la mirada
 
Inaceptable
oh cruce de voces del poema
cruce de roces en la penumbra del rezo
desnudez sobre la calladura más fría
sobre la rosa más severa de la madrugada
tembladeral del labio bajo los árboles azules
inaceptable descuido de las seriedumbres
oh inaceptable, inaceptable!
oh peligrosa por donde no se la mire
terror de la norma y del augusto
y del gustavo y del alfredo y del darío!
oh poesía que cambias de nombre a cada rato
que no sientas cabeza
que no te asientas
oh levadura de todos los palideceres!
no hay ternura desmenuzada por la asfixia
que no pueda reverdecer cuando un pájaro insensato 
deje caer su poema como proyectiles 
forjados al sol
 
Lo andado que vive en tus ojos

ciudad sobre la noche: luna sobre el espejo opaco del asfalto 
y el alumbrado público de las estrellas 
dándole a la ochava de tu cuello reunidor
zaguán 
y traspatio de los dioses: ciudad edificada indefinidamente 
que transpira herencias y parricidios por las costuras 
y amor 
fumándose en mangas de camisa

Cuerpo de hadas

tuvo
una corona de espinas entre los labios a la hora
de aquerenciarse bajo la aurora de un te quiero
bastó la sombra del sueño
la torpeza del aire
la noche en veremos
el río creciente...
la vimos
irse de pronto, desaparecer
como por desencanto: magia negra de su pelo
eléctrico, trasnochado: magia blanca de su cuerpo
de hadas
 
Quehaceres

sobran estrellas sobre las torres
de alta tensión: quehaceres
de la noche ambulante
¿andará tu voz 
viajando por esos cables?
se mecen álamos bajo el cemento
armado de la noche: el cielo se puebla
de páramos hondos
sobre las rutas  
pasan automóviles como animales cansados 
                
desde la banquina 
los veo no llegar

Abocado
a la negra
1.
la besé como se besa 
el pétalo exiguo de una flor indolente
o el cálculo de probabilidades 
o una regla de tres simple
y descubrí que era una fruta lo que latía en su boca 
:en el cuenco desnudo de sus labios que me ofrecieron 
la víbora sangrante de su lengua asomándose 
al interior de la garganta 
mas allá de las bocales del amor el miedo 
consonante se perdió muy atrás de las encías



2.
esa mujer tiene el beso en forma de luz morena 
y a labio descubierto me acompaña 
más allá de mí mismo: portera del futuro abierto 
en sus pechos abiertos sin más aliciente que el amor
el minuto sin ella tiene sesenta besos menos 
y todo el silencio de la carne como una lluvia viva 
toda vez que no escucho sus ojos 
y eso que esa mujer no sabe cuánto todavía 
está escrito debajo de mi lengua



3.
en la marea de tu boca hay un verano mendicante,
un sol de salivas y una lengua armada
y yo sucumbo tan contento
: -no sigas, no sigas, no sigas
(somos los amantes 
de las bocas roturadas por las olas de la luz)



4.
tantas palabras para decir tu beso
tantas palabras para decir tu beso
tantas palabras para decir tu beso
tantas palabras para decir tu beso
cayó en mi boca

...
latencias
en todos los huecos abiertos de la posibilidad
latencias en todos
los huecos abiertos
de la posibilidad
latencias en todos los huecos
abiertos de la posibilidad
latencias
en todos
los huecos
abiertos
de la posibilidad
y así...


Amenaza

mirá que te miro el llanto, corazón: el placer
suicida de la sobreactuación, el travestido
por entre las costuras de la voz mutilada
dale paz a las manos, corazón: mirátelas
como ajenas
 
Emma Suárez
dame ganas dame ganas
dame ganas o armate de paciencia
dame ganas o armate de paciencia si la lengua te flota 
como un saquito de te en agua tibia
no te quejes no te quejes
no te quejes si el hornero hace su casa de barro 
con el barro cocido entre tus piernas
con las ramitas que tu silencio le pone en el pico
tan amistosamente
a la distancia 
emma suárez anda por las venas de la luz
la carne de emma suárez trota a la distancia
con los tejidos firmes
los pechos cernidos sobre la desgracia
la matriz abierta
rubia
la voz rubia lloviendo 
atardeceres amarillos sobre la piel
los pezones de emma transparente
toda emma 
duna de arenas dóciles
toda pezones rubios y voz de repente
voz de leche rubia manándole de las miradas
y yo ceñido a sus ojos de leche resbalándose
prendido a la rubia quemazón de su sonrisa
al incendio que extingue sus últimos fulgores
en el celuloide triste de los ojos
ahí va emma dice el día
emma suárez repartiendo último soles
emma suárez fértil corredora de crepúsculos
emma suárez en el sexo de todos los colores
 

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