Laura Solano
Para una cama bien destendida
De sábanas húmedas…
De los alcoholes de su entrepierna
quiero beber
¡Perviértame, señor, perviértame!
Una oportunidad como ésta no se le va a presentar dos veces
Juegue a desflorarme las medias con la boca
Comienzan a excitarse las paredes de este cuarto
No se asuste
No piense en los almanaques que usted tiró a la basura
antes de que yo naciera, mejor lléneme
de días los bordes del deseo
Ve, así... usted se deja llevar...
todo va mejor...
Entréguese, hombre, yo me encargo
¡Y lo pervierto, señor, lo pervierto!
Me perderé en las lunas de su espalda
y reiré. Detesto el sexo serio y misionero
Envuelvo sus piernas entre las mías
y le derrito el caramelo a fuego lento
Que si ya llegamos hasta aquí
mejor aprovechar hasta el último rincón de esta casa
Besaré las esquinas de cada habitación
mientras usted se entretiene midiendo mis senos con su lengua
¡Qué profunda perversión!
Nadaremos hasta el clímax
hasta ahogarnos en nuestro sudor
como dos seres viciosos de la sociedad
nos lamemos
nos penetramos
en el sexo animal que horrorizaría a sus vecinos