POEMAS

Elisa Berna Martínez

elisaberna@hotmail.com

 

 

ASEDIO DE OCCIDENTE

Has abierto las venas del dolor

y amado al hombre que apura

la savia de la tierra.

 

En tus ojos,

occidente asedia al último bastión

de un ejército ebrio de sueños imposibles.

 

En tus manos se enredan

grilletes y tabúes.

Occidente lamenta la lluvia y la semilla,

la pupila que sabe del horror

y lo publica.

 

·

 

 

HABANA I: la noche y el mar

La noche en La Habana es de cascarilla.

 

Tus pedazos calientes frente al mar tendidos

sudan la nostalgia de la luz.

Y sin embargo, nada se embarca a tu horizonte.

 

Arrojan tus hijos los ojos contra El Malecón

vaticinando los rasgos de otra musa,

mientras la noche merma sin cesar

el escorchado corazón de La Habana.

 

 

HABANA II: escorchado

Lento.
Como el amarillear de los libros.
Como el óxido en mis tijeras.
Lento pero seguro.
Vuelves al mundo y es el mismo.

Pero más antiguo.

 

·

 

 

MI NOMBRE

Mi nombre sin ti es un papel arrugado.
Como un verso que se guarda
para sí, y no se comparte.
Un enigma, que ni esconde
ni resuelve.
Un absurdo.

Mi nombre sin tu voz no conduce
a ningún lugar. Es cauce antiguo
que olvidó el agua.
Un pentagrama vacío
entre las líneas de un libro...
un silencio.

Este nombre en otros labios,
regalándose a otras bocas,
nada más es que hueco.
Es sólo nombre.
Nada lleva de esencia ni de rostro,
nada mío de sus letras se desprende.
Sólo un nombre,
como otros que se dicen y se oyen.
Otro cualquiera.

 

·

 

 

EGO CIEGO

Quizá todos los ojos queden vueltos hacia ti

o se contraiga el ombligo del ego ciego.

 

Tal vez de tanto mirarte adentro

se despierten tus ojos de espaldas a la vida,

o furtiva, la espíes de lejos

como quien supo de guerra en los periódicos.

 

Corriendo las cortinas acabas la noche

buscando paz en la luz de las bombillas.

 

 

 

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