LATIDOS TELÚRICOS

Santiago Aguaded

Todos los viajes comienzan en uno mismo.

Allan Gurganus

 

INFANCIA

 

NACEMOS con el pacto de volver y cada cual sufre una tierra distinta con la angustia del mar en los ojos. Vivimos ciegos a la única ciencia y este saber ¿a quién sirve, a quién duele? A todos. A nadie que sepa que hay océanos que caben en vasos de agua y miradas tan falsas que son dignas de una espía.

Comerciamos con árboles y sangre, mientras Hermes invertidos transmutan palabras en petróleo. Yo, en cambio, olvido los relojes y comercio con espejos para  escupir el rostro odioso del poderoso que soy yo mismo; mientras tú, joven madre, te alejas, te pierdes en la imposibilidad de una isla.

 

LANDMARK HOTEL

 

A woman left lonely will soon grow tired of waiting

She’ll do crazy things, yeah, on lonely occasion.

Janis Joplin

 

 

 

ACASO las perlas más bellas sean las llamas de la infancia.

Si este calor no fuera tan sofocante y la lluvia no deshiciera las flores secas, haría más ruido, cantaría más fuerte, hasta reventarte los tímpanos del sentimiento; pero la noche es ausencia, veneno que ignoramos en el largo pasillo de las venas: los conserjes ya disputan mi memoria. El azar es un mecanismo diabólicamente preci(o)so.

 

 

SEVILLA

 

                                         And after all the violence and double talk

There's just a song in the trouble and the strife

Dire Straits

 

 

EL ÁNGEL boreal mira la luna llena de lamentos.

El estudiante de enología, que sabe que no existen miradas eternas, vive la precaria quietud de la hora.

Helos aquí amándose en abriles crueles de cemento: la luz exaltada de amianto, la noche fecunda de oscuridad y disidencia.

 

 

PALAIS DE VERSAILLES

(Salón de los espejos, 1989)

 

No hicieron falta otros conflictos bélicos

sólo los monstruos mudos de la ciencia

para que tú, en el salón de los espejos,

interrogases como fosfeno mi retina.

 

¿Quién acelera el movimiento del reloj?

¿Es vano el sueño imperial de Alemania?

¿Quién, antes del fosgeno, cierra los ojos?

¿Con qué derecho condenaría al alquimista?

 

Tú eres aún la niña triste que cree en meigas

y palabras, en cristales y piedras: esperas

que el amante del espejo rompa el hechizo

helado que retiene nostálgicos animales:

 

¿Qué es el tiempo sino esperanza de inactivos,

espuria carrera delante de golpes grises?

¿Acaso amapola marchita en el regazo

de aquella primavera  enferma de cristales?

 

El silencio nos castiga con su mirada lasciva

y los dos recordamos aquel amor que nos une

como carroña alimentándose de una espantada ave.

 

 

MADRID

 

MADRID páramo dentro del insomnio de Dámaso: (Una ciudad de más de cuatro millones de cadáveres despiertos). Pero yo duermo bien en este tálamo despoblado que conozco mejor que mis manos manchadas de semen y como ellos me despierto con el olor del fuego de la noche de Alcalá y dispongo mi regreso al sur como quien pide libertad para piedras de azogue:

             Y sé que te quiero, Madrid,    

            porque tu corazón es barato

como el cuerpo macilento de la mujer  invertida que yace a mi lado pero que no es mejor que yo, ni yo mejor que ella, sólo soldados enfermos de comercio que rezan y gozan con plegarias de piel y con tactos de carne. De pronto, al verla hermosa, siento que mi vida es un verso brillante:

"La vida es un billete de vuelta a la tierra".

 

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