Como el pasado se borra
David González Lobo
Como el pasado se borra
he regresado al cielo de mi pueblo
en medio de las palabras
cuando el diálogo iba buscando
tu cuerpo y tus sentimientos íntimos
y no había vencedor ni dioses
y el agua caía sobre la tierra.
Vi las sombras de mi habitación
las cortinas con los animales
las brujas, los bebedizos
y algunas hadas con vestidos transparentes
el temblor de mi madre cuando las oraciones
trajeron en una ráfaga de aire frío
el cuerpo muerto de Josefa
el tío Luis que murió en la curva de Parángula
el sábado de siempre
(me mira con sus ojos azules
como si diera una de esas órdenes rotundas)
el cuerpo de roble talado de mi abuelo Pedro
sólo con el canto de los turpiales del Monte del Agua
y con su pañuelo blanco en la solapa
(Quería subir a la barca con una soledad elegante)
la tía Pepina como una uva en su caja de plata
(se adelantó a la muerte en su artritis
pero mantiene una suave coquetería)
el tío Guillermo como un muro con laberintos
y monedas de oro en los bolsillos.
se lo llevó la neblina del río Santo Domingo cauce arriba
porque guardó monedas los días más amargos
Ahí va Francisco García con su burro buscando la vega
una y otra vez cruza el río para salvar a su hija Delia
porque no había conocido el amor y era epiléptica
Te contaría de Eulalia pero siento un poco de pena por ella misma
y también por la monedas de plata de la cuidada colección de mi padre
que nos robó el día de un entierro familiar de esos con mucha gente
y de Marta muy morena en medio de la noche
y de Rolando y Freddy, el Negro, vigilando la ventana aquella
con una muchacha gris que aún espera su lento novio
Voy a sacar la botella de brandy de su caja de terciopelo rojo
Voy a poner un ramo de orquídeas
Voy a guardar en esta carta una hoja de aguacate
una semilla de zapote
una flor de araguaney
y una rama de cerezo
un pelo de Sombra el gato
la hélice de la cola de nuestro perro Balín
De nosotros mejor no hablar
menos concluir
Esta mañana voy a guardar parte de un tesoro
con esta llovizna donde el rojo de las plumas de los gallos es un tornasol
un arco iris con su promesa infantil.
Le voy a hacer un pliegue suave a las sábanas.